El efecto “rebote”: dinámica de amortiguación excesiva en cilindros neumáticos
El efecto de rebote se produce cuando una presión de amortiguación excesiva genera una fuerza de rebote que empuja el pistón hacia atrás tras la desaceleración inicial, causada por válvulas de aguja demasiado cerradas, cámaras de amortiguación sobredimensionadas o una amortiguación inadecuada para cargas ligeras. El rebote se manifiesta como un movimiento inverso de 2-15 mm seguido de 1-3 oscilaciones antes de estabilizarse, lo que añade 0,2-1,0 segundos al tiempo de ciclo y degrada la precisión de posicionamiento en 300-500%. Una amortiguación óptima logra una estabilización en menos de 0,3 segundos con un sobreimpulso inferior a 2 mm mediante un ajuste adecuado del coeficiente de amortiguación.