Explore el futuro de la neumática. Nuestro blog ofrece opiniones de expertos, guías técnicas y tendencias del sector para ayudarle a innovar y optimizar sus sistemas de automatización.
Las electroválvulas con certificación ATEX son dispositivos a prueba de explosiones diseñados para entornos químicos peligrosos, con diseños intrínsecamente seguros, carcasas ignífugas y materiales especializados que evitan las fuentes de ignición a la vez que mantienen un funcionamiento fiable de la válvula en atmósferas explosivas.
La prevención de la contaminación en las válvulas de control neumáticas requiere la implantación de sistemas integrales de tratamiento del aire, una filtración adecuada, la eliminación de la humedad y protocolos de mantenimiento periódicos para garantizar un suministro de aire limpio y seco, al tiempo que se protegen los componentes internos de las válvulas de las partículas, el aceite y el agua que provocan un desgaste prematuro y fallos.
Para optimizar la ubicación de las válvulas neumáticas es necesario analizar las características de la caída de presión, minimizar la longitud de las líneas y los accesorios, colocar las válvulas cerca de los actuadores, garantizar un drenaje y una accesibilidad adecuados y aplicar estrategias de control por zonas para reducir el consumo de aire comprimido, mejorar los tiempos de respuesta y maximizar la eficiencia del sistema.
Las válvulas lógicas neumáticas permiten crear sofisticados sistemas de control utilizando señales de aire comprimido en lugar de energía eléctrica, lo que proporciona un funcionamiento intrínsecamente seguro en entornos peligrosos, un funcionamiento a prueba de fallos durante los cortes de energía y una implementación fiable de la lógica de control sin componentes electrónicos susceptibles de sufrir interferencias electromagnéticas o riesgos de explosión.
Las válvulas de retención neumáticas son componentes esenciales que permiten el flujo de aire en una dirección a la vez que evitan el flujo inverso, mantienen la presión del sistema, protegen el equipo de daños por reflujo, permiten la acumulación de presión y proporcionan funciones de seguridad que son críticas para un funcionamiento fiable del sistema neumático.
